ESTUDIO,RESPONSABILIDAD Y PROGRESO

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sábado, 1 de agosto de 2015

DUBAI LA CIUDAD DEL FUTURO

Reforma al IMSS: debacle sanitaria y pensionaria
Gustavo Leal F.*
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a naturaleza de la reforma a la Ley del IMSS (1995-97) muestra una reforma financiera que cancela la visión social en el manejo de los recursos económicos y que inicia una nueva etapa: de lucro, a cargo del capital financiero.
Bajo los principios de no incrementar cargas adicionales a trabajadores- empresarios, estimular el papel del instituto como promotor del empleo, la productividad y explorar mecanismos para dar viabilidad a los ramos de aseguramiento, se desató una crítica pública a su sentido social. Según ella, todos los ramos de aseguramiento exhibían problemas financieros, lastrando el crecimiento y la productividad de las empresas, las cuales se encontraban en desventaja competitiva con los socios comerciales de México.
Por ello, se requería de una reforma que incentivara la productividad de las empresas, que evitara la desigualdad de quienes más aportaban y en porcentaje menos recibían. También se proponía eliminar los tiempos de espera para recibir atención médica, estrechar la relación médico-paciente y elevar la calidad de los servicios, tomar en cuenta la carrera salarial del trabajador para el cálculo del monto de la pensión y ampliar la cobertura del ramo de guarderías para lograr una incorporación equitativa de la mujer al mercado laboral.
A casi 18 años de la puesta en marcha de esa reforma, con la que dio inicio la nueva era del IMSS, nos encontramos con un seguro de enfermedad y maternidad (SEM) cuya cuota es menor a la de 1994 y lejana a la cuota de equilibrio. También es patente un gran déficit financiero provocado fundamentalmente por la insuficiencia de la cuota, la falta de cumplimiento de la prima gubernamental para cubrir el rubro gastos médicos para pensionados, así como el crecimiento del gasto en enfermedades crónicas-degenerativas, corrupción, ineficiencia e ineficacia en el sistema de abasto.
Con todo esto, ya sin las cuotas del seguro de invalidez, vida, cesantía en edad avanzada y muerte, se aprecia un severo rezago en la infraestructura médico-hospitalaria, así como la correcta conservación y mantenimiento de la ya existente. No existen estudios sobre la mayor productividad de las empresas con la entrada de la reforma. La insatisfacción de usuarios y prestadores del servicio va en aumento. Se atienden más pacientes, prácticamente con la misma infraestructura. Los tiempos de espera siguen siendo un serio problema.
No hay certidumbre sobre el monto de la pensión para las nuevas generaciones. Hace casi 18 años se responsabilizó al sistema de reparto. Hoy, la crítica no se encamina hacia el sistema financiero-bancario que usa los fondos pensionarios, sino al trabajador, al individuo que debe preocuparse, sólo él, de su futuro.
En el ramo de aseguramiento de guarderías crece la oferta a cambio de la calidad del servicio. Y sobre el seguro de riesgos de trabajo existe ya la propuesta de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros y el Grupo Financiero Banorte para ser manejado por instituciones privadas. Ello representaría un golpe final al SEM y al IMSS.
El 4 de octubre 2013, reunido con senadores, el director del instituto, José Antonio González Anaya, observó que, para 2030, el IMSS enfrentará un grave problema: tendrá que pagar más de 40 mil millones de pesos adicionales en pensiones y por encima de lo que actualmente eroga: 50 mil millones. Por tanto, solicitó el respaldo de esa cámara para poner en marcha una estrategia de fortalecimiento y contención de gasto.
Destacó que gracias a los cambios al régimen de jubilaciones y pensiones, a partir de 2005, los trabajadores sindicalizados pueden retirarse al cumplir 27 y 28 años de servicio. Y que actualmente 43 mil podrán retirarse al cumplir los 28 años, con una edad promedio de 60 años. De tal suerte que los trabajadores que fueron contratados después de 2008 ingresarán en un sistema financiero sustentable. Por lo anterior, no representan ya una carga financiera y el pasivo laboral no se hace más grande. Sin embargo, agregó, la mala noticia es que debemos enfrentar un costo de transición bien importante, los 50 mil millones de pesos van a aumentar a 92 mil millones en 2030. No es un secreto que el Seguro Social sigue enfrentando problemas financieros importantes.
Después de un largo silencio, el senador perredista Fernando Mayans Canabal tomó la palabra y le observó a González Anaya que, al cierre de 2013, el déficit del seguro de enfermedad y maternidad para personal activo y pensionado llegará a 46 mil 137 millones. Y agregó: la reforma a la Ley del Seguro Social en 1995 no ha sido cumplida. Doce años de informes al Ejecutivo federal y al Congreso revelan que ésta fue una promesa incumplida, por no decir un fracaso, al menos en materia de financiamiento de los servicios de salud. Aunque se buscaba fortalecer al instituto, la realidad fue muy distinta, porque el seguro de enfermedad y maternidad sólo registró superávit durante un semestre en 1997 y regresó a su posición deficitaria a partir de 1999. Por tanto, solicitó al director del IMSS saber si la propuesta de estrategia de fortalecimiento y contención de gasto mejorará al instituto para que cumpla con los servicios de atención integral que tiene encomendados.
Pocos días después, González Anaya puntualizó que resolver los problemas financieros del IMSS no es fin, sino medio, para ofrecer el mejor servicio posible, con calidad, calidez, transparencia. Para ello hay que asegurar el pago de las cuotas-obrero patronales.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco


La seguridad social es patrimonio nacional, clamor en la marcha
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La seguridad social no se vende, se defiende, señalaron participantes en la marcha hacia las instalaciones del IMSSFoto Roberto García
Carolina Gómez Mena
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de agosto de 2015, p. 30
Miles de trabajadores activos, jubilados y pensionados del sector salud, integrantes de organizaciones civiles y estudiantiles, así como de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), realizaron ayer una jornada de protesta nacional en rechazo al seguro universal y por la defensa de la seguridad social en el país.
En el Distrito Federal, desde temprano varios manifestantes se colocaron en plantón frente a las instalaciones centrales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Paseo de la Reforma. Allí expresaron que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto pretende privatizar los servicios públicos de salud, con lo cual no sólo serán afectados los trabajadores, sino también los derechohabientes, quienes deberán contratar seguros médicos privados.
Por la tarde, miles de empleados del IMSS, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) y de la Secretaría de Salud (Ssa), así como integrantes de la CNTE, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Movimiento de Estudiantes no Aceptados (Mena), entre otras agrupaciones, marcharon desde el Monumento a la Revolución hasta las instalaciones del IMSS. Corearon consignas como rechazo total al seguro universal yDerechohabiente, escucha, tu salud es nuestra lucha, y aseguraron que el gobierno quiere modificar el artículo 4 constitucional para entregar la salud pública a la iniciativa privada.
Remarcaron que la seguridad social es patrimonio nacional y, por lo tanto, no cejarán en la lucha contra esta nueva reforma estructural. Insistieron en que la seguridad social no se vende, se defiende.
Martha Medina Gómez, enfermera en activo con 24 años de antigüedad en el IMSS, indicó que entre los trabajadores de los institutos de salud existe total rechazo a la reforma del gobierno federal que busca la privatización de los servicios del sector, lo que las autoridades llaman la universalización del sistema de salud. Indicó que aunque la administración de Peña Nieto se ha esmerado ennegar la privatización de la salud, miente, porque todo apunta a ello.
Destacó que los servicios que ofrecen la Ssa, el IMSS y el Issste no se pueden homologar, no es nada más decir los junto y doy un servicio básico de salud y hacer un solo seguro universal. Resaltó que al crear un seguro universal de salud, el gobierno pretende dar un servicio básico mínimo de atención, por lo cual quien necesite atención especializada tendría que pagarla por medio de aseguradoras. Expuso que además de estas empresas, la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) sería otra de las beneficiadas, por lasubrogación de servicios de todo el sector salud. Aseveró que con la reforma se pretende orillar a la población a pagar aseguradoras, como ocurre en Estados Unidos, donde la atención sanitaria es un negocio lucrativo.
Rafael Soto, integrante del colectivo Desde las Bases IMSS, expuso que el sistema universal de salud pretende la transformación del IMSS, el Issste y el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (Issemym) en un solo seguro universal y por ello se exhorta a la sociedad, en especial a los derechohabientes, a defender sus instituciones sanitarias.